Con el solsticio de verano ha empezado la floración de mis racimos, como podeis ver estas dos fotos de esta misma mañana. A diferencia, por ejemplo, de un manzano o melocotonero, que por cada flor, si se poliniza correctamente surge un fruto, en este caso siguiendo con el ejemplo, una manzana o un melocotón. En la viña es diferente. Cada racimo está formado por multitud de flores y se debe de polinizar una a una, por cada flor polinizada dará como fruto un grano o baya de uva. El conjunto de granos de uva forma el racimo. En función del éxito de la polinización, cada racimo tendrá más o menos granos. Si todo ha ido bien el racimo estará lleno, compacto. En caso contrario tendrá pocos granos y muy separados, en ese caso se dice que se ha producido un corrimiento.
La floración determina ya el volumen de la cosecha y la fecha de comienzo de la vendimia: una floración tardía supone una vendimia tardía. A partir de aquí toda la planta empieza a ponerse al servicio del fruto que poco a poco irá creciendo.
Por todo ello el gran riesgo que tenemos en este momento es la floración, ya que si llueve más se pueden producir corrimientos, y el mildiu y la botritis que, con la humedad acumulada y el calor, pueden atacar los racimos, por lo que estos próximos 15 días van a ser fundamentales.
Datos Meteorológicos día: 21.06.08 Hogar “CEPA ARAR”
Temperatura del Aire: MAX: 30,9º C MIN: 15,5º C
Humedad Relativa: 64 %
Precipitación Acumulada: 0,3 LITROS / m2
Radiación Solar: 267 W / m2
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