Os preguntareis porque mi nombre es ARAR. Pues bien, al igual que los humanos os poneis un nombre para diferenciaros del resto de los de vuestra especie, ¿Porque yo iba a ser menos?. Pero una vez tomada la decisión de que iba a tener nombre, venía la parte mas difícil, como les ocurre a los padres cuando se enteran que van a ser padres. ¿Qué nombre ponerme?. Después de darle muchas vueltas, barajar varios nombres, he creído que lo mas lógico era llamarme igual que la marca bajo la cual se comercializa el vino que se elabora con las uvas de todas nosotras. Igual que los hijos heredan los apellidos de sus padres, porque no podía yo copiar el nombre del producto de mis frutos. Además, he de reconocer aunque sea egoísta por mi parte, que me iba a aprovechar de su fama para mi propio interés. Pero quien sabe si algún día no le podré devolver el favor, y será conocido el Vino ARAR por mi popularidad, por la fama de la Cepa ARAR, ¡Esa que publica un blog en Internet!.
De paso aprovecho la ocasión para contaros el origen del nombre de ARAR. Procede de la contracción de los apellidos (ARRANZ – ARGOTE) de los dos creadores y fundadores (Carlos Jorge ARRANZ y Daniel Fernández M. – ARGOTE) de Bodegas y Viñedos ARRANZ – ARGOTE y de nuestro Vino ARAR. http://www.vinoarar.com/. Asimismo, ARAR significa trabajar la tierra para prepararla para su cultivo. No conozco otra palabra que pueda vincular mejor el apego al terruño, sobre todo para un ser que tiene clavadas sus raíces en la tierra…
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