Hola a tod@s,
Me presentaré, soy una Cepa, pero no una cualquiera, sino una Cepa de Viña para elaborar vino de la variedad Tempranillo. Me plantaron junto con mis hermanas en 1926 en el término llamado “Las Encinillas” en la Villa de Navarrete – La Rioja. Aunque como yo digo, siempre celebro dos cumpleaños distintos, uno cuando me plantaron y el otro cuando me injertaron que fue dos años mas tarde. Así tengo la ventaja de quitarme años, jejeje, ¡Que voy a hacer soy así de coqueta!.
Actualmente todas las nuevas plantaciones se realizan con plantones ya injertados con la variedad elegida sobre un determinado patrón o clon que cumple una serie de requisitos, se podría decir que casi a la carta, solicitados de antemano por el agricultor. En aquellos tiempos las cosas eran muy diferentes. Primero se plantaba el plantón de planta madre americana cuya raíz era y es la única resistente al ataque de la Filoxera, y en dos o tres años una vez el plantón ya había enraizado correctamente se injertaba con la variedad elegida.
Pero la diferencia no solo residía en temas técnicos, sino sobre todo por graves carencias económicas, al menos en mi caso. Fui plantada por Daniel Fernández Argote que solo tenía 6 años de edad junto con su madre Servanda Argote Castroviejo, quienes al haber fallecido su padre y marido (Hermenegildo Fernández Plaza) cuatro años antes (a los 40 años por una simple apendicitis, que entonces llamaban “cólico miserere” y no tenía cura), tuvieron hijo y madre, que hacerse cargo de todas las labores agrícolas. Si bien Daniel tenía un hermano y una hermana mayores que el, no pudo contar con su ayuda. Tras la muerte de su padre Bautista marcho a Barcelona a poner en práctica las ideas anarquistas que procesaba y su hermana Francisca (Kika) fue enviada a servir a casa del famoso oftalmólogo riojano Ramón Castroviejo.
Dos años mas tarde de mi plantación y una vez que ya había enraizado correctamente, me enfrente al momento de mas riesgo de mi vida. Con un Daniel mas mayor ¡Ya tenía 8 años! y dada la falta de medios económicos para contratar injertadores profesionales, fuimos toda injertadas por el. Como el 85 % de mis compañeras tuve la suerte de que me injertaran de un sarmiento de la variedad Tempranillo. Una vez recuperada del trauma del injerto, que para asombro de muchos agricultores del pueblo no daban una “perra gorda” por Daniel, por su juventud e inexperiencia, salió bien, tanto en mi caso como en la mayoría de mis compañeras. Supe mas tarde que también por ahorrar, ese sarmiento procedía de una pequeña y vieja viña que tenían en la finca llamada “Umanente” dentro del mismo pago. Lamentablemente hoy en día ya no existe ese viejo viñedo, pero no os preocupeis en algún momento de este blog os contaré cual fue la causa de su desaparición, y sino es así recordármelo…
Me presentaré, soy una Cepa, pero no una cualquiera, sino una Cepa de Viña para elaborar vino de la variedad Tempranillo. Me plantaron junto con mis hermanas en 1926 en el término llamado “Las Encinillas” en la Villa de Navarrete – La Rioja. Aunque como yo digo, siempre celebro dos cumpleaños distintos, uno cuando me plantaron y el otro cuando me injertaron que fue dos años mas tarde. Así tengo la ventaja de quitarme años, jejeje, ¡Que voy a hacer soy así de coqueta!.
Actualmente todas las nuevas plantaciones se realizan con plantones ya injertados con la variedad elegida sobre un determinado patrón o clon que cumple una serie de requisitos, se podría decir que casi a la carta, solicitados de antemano por el agricultor. En aquellos tiempos las cosas eran muy diferentes. Primero se plantaba el plantón de planta madre americana cuya raíz era y es la única resistente al ataque de la Filoxera, y en dos o tres años una vez el plantón ya había enraizado correctamente se injertaba con la variedad elegida.
Pero la diferencia no solo residía en temas técnicos, sino sobre todo por graves carencias económicas, al menos en mi caso. Fui plantada por Daniel Fernández Argote que solo tenía 6 años de edad junto con su madre Servanda Argote Castroviejo, quienes al haber fallecido su padre y marido (Hermenegildo Fernández Plaza) cuatro años antes (a los 40 años por una simple apendicitis, que entonces llamaban “cólico miserere” y no tenía cura), tuvieron hijo y madre, que hacerse cargo de todas las labores agrícolas. Si bien Daniel tenía un hermano y una hermana mayores que el, no pudo contar con su ayuda. Tras la muerte de su padre Bautista marcho a Barcelona a poner en práctica las ideas anarquistas que procesaba y su hermana Francisca (Kika) fue enviada a servir a casa del famoso oftalmólogo riojano Ramón Castroviejo.
Dos años mas tarde de mi plantación y una vez que ya había enraizado correctamente, me enfrente al momento de mas riesgo de mi vida. Con un Daniel mas mayor ¡Ya tenía 8 años! y dada la falta de medios económicos para contratar injertadores profesionales, fuimos toda injertadas por el. Como el 85 % de mis compañeras tuve la suerte de que me injertaran de un sarmiento de la variedad Tempranillo. Una vez recuperada del trauma del injerto, que para asombro de muchos agricultores del pueblo no daban una “perra gorda” por Daniel, por su juventud e inexperiencia, salió bien, tanto en mi caso como en la mayoría de mis compañeras. Supe mas tarde que también por ahorrar, ese sarmiento procedía de una pequeña y vieja viña que tenían en la finca llamada “Umanente” dentro del mismo pago. Lamentablemente hoy en día ya no existe ese viejo viñedo, pero no os preocupeis en algún momento de este blog os contaré cual fue la causa de su desaparición, y sino es así recordármelo…
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